Al Gran Sol

Ilumina el templo con el poncho

que hasta los ricos se verán deleitados.

Pon tus hebras de fuego extendidas

sobre la tenebrosa y profunda unidad.

Haz arder los rostros de los suicidas

para que con tu humo no se esfumen

y años de albañilería no sucumban

en un momento de derrumbamiento.

Entibia la guarida de la esperanza

que como un lagarto se dejará a-dorar

ante tu imperio de luz.

Infunde en mi tu poder,

haz que yo haga amanecer

encendiendo palabras y sonidos

colores y notas.

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