Caeré en tu pecho

Caería como una manzana

fundido por tu dulzura,

precipitándome ante tu carne morena,

así podría beber de tus ojos de gata

y arrebatarte tus labios de sangre.

Caería como Adán ante Eva

en el cascabel de un nido de serpientes

y junto a ti, sublime

contra todo lo esperado

lograría despojarte de tus perennes hojas.

¡Oh mujer de mis delirios!

mi débil carne gime por ti

y siento que la sangre que me habita

late en tu pecho

como en su nido.

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